Terapia Láser
¿Cómo funciona?
La terapia con láser, también conocida como láser de bajo nivel o láser frío, actúa reduciendo la sensibilidad de los nervios al disminuir la producción de sustancias químicas asociadas al dolor. Además, ayuda a regular los mecanismos celulares, estimulando la liberación de endorfinas y otras hormonas con efecto analgésico natural.
¿Qué se puede tratar con la terapia láser?
La terapia con láser, también conocida como láser de bajo nivel o láser frío, actúa reduciendo la sensibilidad de los nervios al disminuir la producción de sustancias químicas asociadas al dolor. Además, ayuda a regular los mecanismos celulares, estimulando la liberación de endorfinas y otras hormonas con efecto analgésico natural.
Beneficios de la terapia láser
¿Qué condiciones puede tratar la terapia con láser?
La terapia con láser es eficaz para tratar una amplia variedad de afecciones musculoesqueléticas y otras patologías. Entre las más comunes se incluyen: dolor de cuello y espalda, artritis, distensiones musculares, tendinitis, esguinces, codo de tenista, y dolor en hombros.
Además, el uso médico del láser se extiende a otras áreas clínicas, como la reducción de tumores, el alivio de síntomas relacionados con el cáncer, la eliminación de cálculos renales y partes agrandadas de la próstata, la reparación de desprendimientos de retina y la corrección de problemas de visión.
¿Cómo funcionan los láseres de clase IV?
Los láseres de clase IV funcionan mediante fotobiomodulación. «Foto» significa luz, «bio» significa vida y «modulación» significa cambio. Las terapias láser estimulan los procesos metabólicos a nivel celular. La fotobiomodulación proporciona energía a las células, provocando una serie de cambios químicos que aceleran el proceso de recuperación del cuerpo. Este mecanismo de acción fotoquímico desencadena una cascada de acciones celulares que incluyen:
- Estimulación del ATP
- Mejora de la síntesis de colágeno
- Estimulación de la cadena respiratoria
- Aumento de la síntesis de ADN y ARN
- Aumento de los niveles de betaendorfinas y serotonina